La X-T20, bonita por dentro y por fuera

Guapa por fuera y por dentro, la cámara X-T20, mirrorless, con prestaciones que la hacen, sin lugar a dudas, una cámara muy interesante más allá del diseño exterior, que sí, es una maravilla.

De ella destacamos su sensor X-Trans III de 24 megapíxeles, sus 325 puntos de enfoque, una ISO de hasta 12.800, pantalla abatible y táctil de 3’’, vídeos en 4K (para amantes del vídeo a una calidad máxima), hasta 14 fps disparando en ráfaga, 8 diales personalizables y un largo etcétera.

La X-T20, podría decirse que es la hermana pequeña de la X-T2 (con la que comparte sensor y procesador), pero más pequeña; y pareciera la evolución de una X-T10. Construida con aleación de magnesio, posee un excelente procesador y está dotada de un autoenfoque contínuo mejorado, ofrece un obturador silencioso, conexiones inalámbricas y una excelente calidad de imagen. Y todo esto con un diseño retro, en la línea de la serie X de la marca.

¿A quién va dirigida?

Esta cámara está pensada para todos aquellos entusiastas de la fotografía que no quieran una réflex pero busquen calidad, inmediatez, grabación de vídeo 4k, conectividad Wifi y con buen tacto y construcción. Ideal para quien espere una gran oferta tecnológica sin olvidarse del diseño. Tengo que añadir también, que resulta mucho más cómoda para quien tiene manos más bien pequeñas, por su tamaño y ergonomía. Es perfecta para los amantes de la fotografía callejera o de viajes.

Cracaterísticas

•         Sensor X-Trans III de 24 megapíxeles
•         Nuevo procesador X-Processor Pro. Más que su nombre, te interesa saber que se traduce, por ejemplo, en: retardo de encendido de 0,4 segundos, autoenfoque de 0,06 segundos a la velocidad más rápida, o intervalo entre disparo de 0,25 segundos
•         Puntos totales de autoenfoque a 325
•         ISO: 12.800, mejora el control de ruido en valores ISO altos respecto a su predecesora. Hasta los 6400 se puede disparar sin que el ruido sea molesto
•         Pantalla táctil de 3 pulgadas. Con adaptabilidad del brillo de la imagen a la luz ambiente de la toma, lo que posibilita una mejor visualización de la escena.

Lo más destacable es su gran calidad de imagen, su buen autoenfoque incluso en condiciones de iluminación escasa. Además, ofrece imágenes con tonos muy fieles a la escena y conserva bien el detalle tanto en las luces como en las sombras.