Reinventarse en tiempos difíciles
Acostumbrada a un ejercicio fotográfico de fotografía de calle y documental, esta serie que llamé Cuarentona en cuarentena surgió como una suerte de paracaídas emocional y creativo ante el encierro en solitario. La serie se desarrolló de la mano de las notas de mi diario y evolucionó con los meses. Cada una de las imágenes son testimonios de cómo he atravesado la pandemia y también de cómo la pandemia me ha atravesado a mí.
Durante esta evolución me di cuenta de los paralelismos que existen entre los métodos de retratar desconocidos en la calle y los métodos de utilizarnos a nosotros mismos como objetos de observación. Así descubrí que si gracias a la fotografía callejera podía ser capaz de traspasar las capas de una ciudad para llegar a puntos medulares, a través del autorretrato podía horadar las capas propias en un proceso revelador y también, hay que decirlo, abrumador.
Por otro lado, aunque suene paradójico, en este confinamiento he encontrado una enorme libertad a pesar de la soledad. Una libertad que es alegre, ansiosa, conmovedora y profunda. Una libertad que surgió al tratar de ceder el control y permitir el cambio. Y, en ese contexto, frente al espejo de este autoanálisis surgieron muchas preguntas y reflexiones insospechadas acerca de reabrirme y mostrarme en un período de incertidumbre y las formas en que este momento ha cambiado mi enfoque fotográfico y mi propia percepción.
Escrito por: Sandra Hernández (Vita Flumen)
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